Programa 1, sábado 06 de junio 2009.
Participamos:
Yadira Gómez: ripeo de discos
Gaby Sosa: locución
Cutberto Garcés y Arturo Mendoza: operación de cabina
Gaby Ávila: teléfonos
Rodrigo de Oyarzabal: lo demás.
* tomado de la rola de Jaime López del mismo título.
Participamos:
Yadira Gómez: ripeo de discos
Gaby Sosa: locución
Cutberto Garcés y Arturo Mendoza: operación de cabina
Gaby Ávila: teléfonos
Rodrigo de Oyarzabal: lo demás.
* tomado de la rola de Jaime López del mismo título.
Programa 1. 06 de junio del 2009 |
Volver a los diecisiete Violeta Parra Volver a los diecisiete después de vivir un siglo es como descifrar signos sin ser sabio competente, volver a ser de repente tan frágil como un segundo, volver a sentir profundo como un niño frente a Dios, eso es lo que siento yo en este instante fecundo. Se va enredando, enredando, como en el muro la hiedra, y va brotando, brotando, como el musguito en la piedra. Ay si si si Mi paso retrocedido cuando el de ustedes avanza, el arco de las alianzas ha penetrado en mi nido, con todo su colorido se ha paseado por mis venas y hasta las duras cadenas con que nos ata el destino es como un diamante fino que alumbra mi alma serena. Lo que puede el sentimiento no lo ha podido el saber, ni el mas claro proceder ni el más ancho pensamiento, todo lo cambia el momento cual mago condescendiente, nos aleja dulcemente de rencores y violencias, sólo el amor con su ciencia nos vuelve tan inocentes. El amor es torbellino de pureza original, hasta el feroz animal susurra su dulce trino, detiene a los peregrinos, libera a los prisioneros, el amor con sus esmeros al viejo lo vuelve niño y al malo solo el cariño lo vuelve puro y sincero. De par en par la ventana se abrió como por encanto, entró el amor con su manto como una tibia mañana, al son de su bella diana hizo brotar el jazmln, volando cual serafín al cielo le puso aretes y mis años en diecisiete los convirtió el querubín. Volver al índice |
Los leones calvos On'tá ¡Ája! Córrele la manita Que vivan los leones calvos: ¡Que vivan! Una ¡oh! por ellos: ¡oh! Somos los hombres decentes tenemos cuna y posición por eso nuestra opinión es como la de un regente. Valiosa para la gente es nuestra revolución, el progreso de la nación, todo lo sobresaliente. Tenemos oro en los dientes y una buena profesión Es pobre el que no trabaja porque su quehacer no busca, tomar es lo que le gusta y ni un peso es lo que saca. Este pueblo es una lata que saber leer no quiere, por eso es que nada tiene como el burro que se para aunque le golpees la cara es más lo que se detiene. Échenme esos leones calvos Es que a mirar no te has puesto quien trabaja lo que comes, que la ropa que te pones, tus acciones y tu puesto lo sostienen el esfuerzo de los que viven sin fruto, que se gastan en el surco por apenas el sustento. Que te causan descontento porque no sufren a gusto No te escondas león pelón Que vayamos a la escuela para que la cosa marche. Tenemos encima el hambre, como una doliente espuela Será porque no te quema león calvo tu solución, el progreso de tu nación es más bien una condena, es una sucia cadena que yo llamo explotación Que vivan los leones calvos: ¡Que vivan! Una ¡oh! por ellos: ¡oh! Volver al índice |
Variaciones sobre tema conocido On’tá ¡Silencio! Variaciones sobre tema conocido. Silencio, solicito licencia de la concurrencia para ofrecer en testimonio de reverencia a nuestra dama de la continencia esta canción envuelta en moño. Santa en lo público y dudosa en lo privado con el índice afilado y la vergüenza por escudo. A decencia no le gusta el pollo... porque lo sirven desnudo. Silencio por favor, no intente adivinar Si alguna duda le cabe más vale callarla, ocultarla no es grave, no es nada grave si se sabe ocultar. No intente usté indagar por qué figuran dos malvados de pronóstico como personas finisísimas en el corro de decencia entre damas tijerinas, moralistas inorgásmicos. No sospeche usted de los presentes ¡Silencio! Ni de los que están hablando ¡Silencio! A decencia no le gusta el pollo... porque lo sirven desnudo. Volver al índice |
Me lo decía mi abuelito José Agustín Goytisolo – Paco Ibáñez Me lo decía mi abuelito, me lo decía mi papá, me lo dijeron muchas veces y lo olvidaba muchas más. Trabaja niño, no te pienses que sin dinero vivirás. Junta el esfuerzo y el ahorro ábrete paso, ya verás, como la vida te depara buenos momentos, te alzarás sobre los pobres y mezquinos que no han sabido descollar. Me lo decía mi abuelito, me lo decía mi papá, me lo dijeron muchas veces y lo olvidaba muchas más. La vida es lucha despiadada nadie te ayuda, así, no más, y si tú solo no adelantas, te irán dejando atrás, atrás. ¡Anda muchacho dale duro! La tierra toda, el sol i el mar, son para aquellos que han sabido, sentarse sobre los demás. Me lo decía mi abuelito, me lo decía mi papá, me lo dijeron muchas veces, y lo he olvidado siempre más. Volver al índice |
El negro Manuel Antonio Nicomedes Santa Cruz El negro Manuel Antonio abandonó la molienda, se fue pa' la casa hacienda y ahora esta de mayordomo. Dicen que esta bien malito que usa sombrero y bastón, pero todo' los negrito' le cantan esta canción: Negro que mal has quedado cabeza de ternero pescuezo e' venao' negro Manuel como has cambiado, no me levantes la voz que está con betún No me levante el pecho que está con afrecho Mañana voy a la pampa montao' como buen jinete, ya no agarro mas la lampa ni le doy filo al machete. Yo soy negro inteligente así lo dijo el patrón, yo nací pa' mandar gente, no pa' esclavo ni pa' peón Negra que no me trabaje de cien latigazos la dejo sin traje, negro que tenga flojera lo manda a la paila de la jabonera, negro Manuel como has cambiado, no me levante la voz y corte la caña y siembre el arroz. El negro Manuel Antonio fue loco desde pequeño, hoy cree que es mayordomo, pero todo ha sido un sueño. Y cuando se pone el traje, que le regalo el patrón, sueña que ya no es esclavo, y le cantan su canción. Volver al índice |
Duerme negrito Popular - Atahualpa Yupanqui Duerme, duerme negrito, que tu mama está en el campo, negrito... Duerme, duerme negrito, que tu mama está en el campo, negrito...* Te va a traer codornices para ti, te va a traer rica fruta para ti, te va a traer carne de cerdo para ti. te va a traer muchas cosas para ti. Y si negro no se duerme, viene diablo blanco y ¡zas! le come la patita, ¡chacapumba, chacapún…! Duerme, duerme negrito, que tu mama está en el campo, negrito... Trabajando, trabajando duramente, trabajando sí, trabajando y no le pagan, trabajando sí, trabajando y va tosiendo, trabajando sí, trabajando y va de luto, trabajando sí, pa'l negrito chiquitito, trabajando sí, pa'l negrito chiquitito, trabajando sí, no le pagan sí, va tosiendo sí va de luto sí, duramente sí. Duerme, duerme negrito, que tu mama está en el campo, negrito... Volver al índice |
Sin pan Popular española Sin pan, sin pan, sin pan sin pan, sin pan, sin pan sin pan, sin pan, sin pan y trabajar. San Antonio pa' comer San Antonio pa' cenar San Antonio pa' comer y trabajar. Sin pan, sin pan, sin pan sin pan, sin pan, sin pan sin pan, sin pan, sin pan y trabajar. Una gracia pa' comer una gracia pa' cenar una gracia pa' comer y trabajar. Sin pan, sin pan, sin pan sin pan, sin pan, sin pan sin pan, sin pan, sin pan y trabajar. Volver al índice |
El barzón Miguel Núñez Esas tierras del rincón las sembré con un buey pando. Se me reventó el barzón y sigue la yunta andando. Cuando llegué a media tierra el arado iba enterrado, se enterró hasta la telera, el timón se le zafó, el yugo se iba pandeando, el barzón iba rozando, el sembrador me iba hablando, yo le dije al sembrador: "no me hable cuando ande arando". Se me reventó el barzón y sigue la yunta andando. Cuando acabé de pizcar vino el rico y lo partió. Todo mi maíz se llevó, ni pá comer me dejó. Me presenta aquí la cuenta: "Aquí debes 20 pesos de la renta de unos bueyes, 5 pesos de magueyes, una anega tres cuartillas del frijol que te prestamos, una anega tres cuartillas del maíz que te habilitamos. 5 pesos de unas fundas, 7 pesos de cigarros, 6 pesos no se de qué, pero todo está en la cuenta, a más de los 20 reales que sacaste de la tienda. Con todo el maíz que te toca no le pagas a la Hacienda, pero cuentas con mi tierra para seguirla sembrando. Ora vete a trabajar pá que sigas abonando" Nomás me quede pensando, sacudiendo mi cobija, haciendo un cigarro de hoja: "que patrón tan sinvergüenza todo mi maíz se llevó para su maldita troje". Se me reventó el barzón y sigue la yunta andando. Cuando llegué a mi casita me decía mi prenda amada: "¿On'tá el maíz que te tocó?". Le respondí yo muy triste: "el patrón se lo llevó por lo que debía en la Hacienda, pero me dijo el patrón que contará con la tienda Ora voy a trabajar para seguirle abonando 20 pesos 10 centavos son los que salgo restando". Me decía mi prenda amada: "ya no trabajes con ese hombre, nomás no'stá robando, anda al salón de sesiones, que te lleve mi compadre, ya no le hagas caso al padre, él y sus excomuniones, qué no ves a tu familia que ya no tiene calzones, ni yo tengo ya faldilla ni tu tienes pantalones". Nomás me quedé pensando pué que deje a mi patrón me decía mi prenda amada: "que vaya el patrón al cuerno, como estuviéramos de hambre, si te has de seguir creyendo lo que te decía el cura, de las penas del infierno ¡Viva la revolución!, ¡Muera el supremo gobierno!". Se me reventó el barzón y siempre seguí sembrando. Volver al índice |
Andaluces de Jaén Miguel Hernández – Paco Ibáñez Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma: ¿quién, quién levantó los olivos? No los levantó la nada, ni el dinero, ni el señor, sino la tierra callada, el trabajo y el sudor. Unidos al agua pura y a los planetas unidos, los tres dieron la hermosura de los troncos retorcidos. Levántate, olivo cano, dijeron al pie del viento. Y el olivo alzó una mano poderosa de cimiento. Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, decidme en el alma: ¿quién amamantó los olivos? Vuestra sangre, vuestra vida, no la del explotador que se enriqueció en la herida generosa del sudor. No la del terrateniente que os sepultó en la pobreza, que os pisoteó la frente, que os redujo la cabeza. Árboles que vuestro afán consagró al centro del día eran principio de un pan que sólo el otro comía. ¡Cuántos siglos de aceituna, los pies y las manos presos, sol a sol y luna a luna, pesan sobre vuestros huesos! Andaluces de Jaén, aceituneros altivos, pregunta mi alma: ¿de quién, de quién son estos olivos? Jaén, levántate brava sobre tus piedras lunares, no vayas a ser esclava con todos tus olivares. Dentro de la claridad del aceite y sus aromas, indican tu libertad la libertad de tus lomas. Volver al índice |
Gritos de un pueblo: Un cantar Popular - A.Corpa - J.J.Oña Cuando la parva está lista y el búho, en el encinar nos dice que ya es de noche vientos de hambre recogen la voz de un pueblo al gritar. El peón en el campo de estrella a estrella mientras pasan los amos la vida buena. La yunta está descansando. Dura faena el trillar, sudor convertido en barro y vientos de hambre recogen la voz de un pueblo al gritar. Dénos nuestro dinero señor “nostro” amo dénos nuestro dinero que ya nos vamos. Mientras gargantas resecas buscan vino con afán quizá para olvidar algo quizá para no olvidar vientos de hambre recogen gritos de un pueblo: un cantar. Dénos nuestro dinero ¡Ay! señorito “pa” tapar las seis bocas de mis seis hijos. Cuando los campos maduren cuando los trigos den pan pan para todos los hombres justamente repartidos habrá estallado la paz. Volver al índice |
Chuchial Joaquín Berruecos Instrumental Volver al índice |
La añera Arsenio Aguirre - Atahualpa Yupanqui Donde está mi corazón, que se fue tras la esperanza. Tengo miedo que la noche, me deje también sin alma. Donde está la palomita, que al amanecer lloraba. Se fue muy lejos dejando, sobre mi pecho sus lágrimas. Cuando se abandona el pago y se empieza a repechar tira el caballo adelante y el alma tira pa' atrás. Yo tengo una pena antigua, inútil botarla afuera y como es pena que dura, yo la he llamado la añera. Dónde están las esperanzas, dónde están las alegrías, la añera es la pena buena, y es mi sola compañía. Volver al índice |
Luna tucumana (o Yo le canto a la luna) Atahualpa Yupanqui - Pablo del Cerro Yo no le canto a la luna porque alumbra y nada mas, le canto porque ella sabe de mi largo caminar. Ay lunita tucumana tamborcito calchaquí, compañera de los gauchos en las noches de Tafí. Perdida en las cerrazones quien sabe vidita por donde andaré mas, cuando salga la luna, cantaré, cantaré. A mi Tucumán querido cantaré, cantaré, cantaré. Con esperanza o con pena en los campos de Acheral yo he visto la luna llena besando el cañaveral. Si en algo nos parecemos es en triste soledad yo no le canto'i cantando que es mi modo de alumbrar. Volver al índice |
Tu que puedes, vuelvete Atahualpa Yupanqui Soñé que el rio me hablaba con voz de nieve cimbreña y dulce, me recordaba las cosas de mi querencia. Tu que puedes, vuelvete ... Me dijo el rio llorando. Los cerros que tanto quieres, -me dijo- allá te estan esperando. Es cosa triste ser rio Quien pudiera ser laguna . .. oir el silbo del junco cuando lo besa la luna ... Que cosas mas parecidas son tu destino y el mío: vivir cantando y penando por esos largos caminos. Tu que puedes, vuelvete ... Me dijo el rio llorando. Los cerros que tanto quieres, -me dijo- allá te estan esperando. Tu que puedes, vuelvete ... Tu que puedes, vuelvete ... Volver al índice |
La Adelita Popular mexicana En lo alto de la abrupta serranía acampado se encontraba un regimiento y una moza que valiente lo seguía locamente enamorada del sargento. Popular entre la tropa era Adelita, la mujer que el sargento idolatraba porque a más de ser valiente era bonita y hasta el mismo coronel la respetaba. Y se oía que decía aquel que tanto la quería… Adelita se llama la joven a quien yo quiero y no puedo olvidar, en el mundo yo tengo una rosa que con el tiempo la voy a cortar Si Adelita quisiera ser mi novia, y si Adelita fuera mi mujer, le compraría un vestido de seda para llevarla a bailar al cuartel. Una noche en que la escolta regresaba conduciendo entre sus filas al sargento, en la voz de una munmjer que sollozaba la plegaria se escuchó en el campamento Al oírla el sargento temeroso de perder para siempre a su adorada, ocultando su emoción bajo el embozo a su amada le cantó de esta manera… Y se oía que decía aquel que tanto la quería… Si Adelita se fuera con otro le seguiría la huella sin cesar, si por mar en un buque de guerra si por tierra en un tren militar. Soy soldado y la Patria me llama A los campos que vaya a pelear. Adelita, Adelita de mi alma No me vayas por dios a olvidar. Y después que terminó una cruel batalla y la tropa abandonó su campamento. Por las bajas que causara la metralla muy diezmado regresaba el regimiento. El sargento recordando los quereres, los soldados que volvían de la guerra requiriendole su amor a otras mujeres, entonaban este himno de la guerra. Y se oía que decía aquel que tanto la quería… Y si acaso yo muero en campaña, y mi cadáver en el campo va a quedar, Adelita, por dios, te lo ruego, que con tus ojos me vayas a llorar. Toca el clarín de campaña a la guerra, salga el valiente guerrero a pelear Correrán los arroyos de sangre, que gobierne un tirano jamás. Que si Adelita quisiera ser mi novia, y si Adelita fuera mi mujer, le compraría un vestido de seda para llevarla a bailar al cuartel. Volver al índice |
La Persecucion de Villa Popular mexicana En nuestro México, febrero veintitrés, dejó Carranza pasar americanos, diez mil soldados seiscientos aeroplanos, buscando a Villa por todo el país. Y comenzaron a echar expediciones, los aeroplanos comenzaron a volar, por distintas y varias direcciones, buscando a Villa, queriéndolo matar. Los soldados que vinieron desde Texas, a Pancho Villa no podían encontrar, muy fatigados de veinte horas de camino, los pobres hombres, se querian regresar. Los de a caballo no se podían sentar, y los de a pie no podían caminar; entonces Villa les pasa en su aeroplano y desde arriba les dijo:"Goodbye". Y comenzaron a lanzar los aeroplanos, entonces Villa un plan les formó; y se vistió de soldado americano y a sus tropas tambien las transformó. Volver al índice |
Bola suriana de la muerte de Emiliano Zapata Armando Liszt - Graciela Amador Escuchen, señores, oigan el corrido, de un triste acontecimiento; pues en Chinameca fue muerto a mansalva Zapata, el gran insurrecto. Abril de mil novecientos diecinueve, en la memoria quedarás del campesino como una mancha en la historia. Campanas de Villa Ayala, ¿por qué tocan tan dolientes? es que ya murió Zapata y era Zapata un valiente. El buen Emiliano que amaba a los pobres quiso darles libertad; por eso los indios de todos los pueblos con él fueron a luchar. De Cuautla hasta Amecameca, Matamoros y el Ajusco, con los “pelones” del viejo Don Porfirio se dio gusto. Trinitaria de los campos de las vegas de Morelos si preguntan por Zapata, di que ya se fue a los Cielos. Le dijo Zapata a Don Pancho Madero cuando ya era gobernante; si no das las tierras verás a los indios de nuevo entrar al combate- Se enfrentó al Sr. Madero, contra Huerta y a Carranza, pues no le querían cumplir su plan que era el Plan de Ayala Corre, corre, conejito cuéntales a tus hermanos: ¡ya murió el señor Zapata, el “coco” de los tiranos! Don Pablo González ordena a Guajardo que le finja un rendimiento, y al jefe Zapata disparan sus armas al llegar al campamento. Guajardo le dice a Zapata: -me le rindo con mi tropa, En Chinameca lo espero, tomaremos una copa-. Arroyito revoltoso, ¿qué te dijo aquel clavel? -dice que no ha muerto el jefe, que Zapata ha de volver Abraza Emiliano al felón Guajardo en prueba de su amistad, sin pensar el pobre que aquel pretoriano lo iba a sacrificar. Y tranquilo se dirige a la hacienda con su escolta; los traidores le disparan por la espalda a quemarropa. Jilguerito mañanero de las cumbres soberano, ¡mira en que forma tan triste ultimaron a Emiliano! Cayó del caballo el jefe Zapata y también sus asistentes así en Chinameca perdieron la vida un puñado de valientes. Señores ya me despido, que no tengan novedad, cual héroe murió Zapata por la tierra y libertad. A la orilla de un camino había una blanca azucena, a la tumba de Zapata la llevé como una ofrenda. Volver al índice |
Despierten ya mexicanos Popular mexicana Despierten ya mexicanos, los que no han podido ver, que andan derramando sangre por subir a otro al poder. ¡Pobre nación mexicana! qué mala ha sido tu suerte; tus hijos todavía quieren mas en la desgracia verte. Mira a mi patria querida, nomás como va quedando; que a sus hombres más valientes, todos los van traicionando. ¿Dónde está el jefe Zapata? ¿Qué su espada ya no brilla?; ¿dónde esta el bravo del Norte que era don Francisco Villa? (Estaban las tres pelonas sentadas en la ventana: la Cuca, la Petra, la loca de Soledad. Y luego llegó un soldado queriéndoselas llevar una decía que sí, la otra decía que no. Una decía que sí y al fin él se las llevó). Fueron líderes primeros que empuñaron el acero; hasta subir al poder a don Francisco I. Madero. ¡Pero qué iluso Madero! cuando se subió al poder; a Pancho Villa y Zapata los quiso desconocer. Yo no he visto candidato que no sea convenenciero; cuando suben al poder no conocen compañero. Zapata le dijo a Villa: "Ya perdimos el albur; tu atacarás por el Norte, yo atacaré por el Sur". Ya con ésta me despido porque nosotros nos vamos; aquí termina el corrido: Despierten ya mexicanos. Volver al índice |
Me matan si no trabajo Nicolás Guillén – Daniel Viglietti Me matan si no trabajo, y si trabajo me matan. Siempre me matan, me matan, ay, siempre me matan. Ayer vi a un hombre mirando, mirando el sol que salía. El hombre estaba muy serio porque el hombre no veía. Ay, los ciegos viven sin ver cuando sale el sol. Ayer vi a un niño jugando a que mataba a otro niño. Hay niños que se parecen a los hombres trabajando. Ay, quién le dirá cuando crezcan que los hombres no son niños, que no lo son. Volver al índice |
A la huelga Chicho Sánchez Ferlosio A la huelga, compañero; no vayas a trabajar. Deja quieta la herramienta que es la hora de luchar. A la huelga diez, a la huelga cien, a la huelga, madre, yo voy también. A la huelga cien, a la huelga mil, yo por ellos, madre, y ellos por mí. Contra el gobierno del hambre nos vamos a levantar todos los trabajadores, codo a codo con el pan. Desde el pozo y el arado, desde el torno y el telar, ¡vivan los hombres del pueblo, a la huelga federal! Todos los pueblos del mundo la mano nos la van a dar para devolver a España su perdida libertad. Volver al índice |
A la molina no voy más Popular peruana Yuca de San Borja samorengue sa para ir a saña ¡ay! qué rico está. A la Molina no voy más porque echan azote' sin cesar. La comai' Tomasa y el compai' Pascual tuvieron treinta hijos jesu' que barbaridad, que fueron esclavos sin su voluntad, por temor que'l amo los fuera a azota'. Anda, borriquito, anda, qué demonio de borrico que no quiere camina' por culpa de'ste borrico el patrón me va a azota' Y sufrieron tanto los pobres negritos con el poco come' y el mucho trabaja' hasta que del cielo vino pa' toítos don Ramón Castilla santa libertad. Volver al índice |
Cipriano Hernández Martínez León Chávez Teixeiro Cipriano Hernández Martínez se volvió a levantar dizque se desayunó y se fue a trabajar. Cuando llegó al lugar le pidió a su patrón que le aumentara el jornal su patrón se le negó “Las cosas andan muy mal Cipriano Hernández Martínez Te aumentaré tu jornal si me señalas muy bien si me señalas muy bien quien me va a alborotar”. Cipriano Hernández Martínez se volvió a levantar dizque se desayunó y se fue a trabajar. Cuando llegó al lugar Se encontró a Juvenal Juvenal era un hombre, era un hombre muy cabal. Cipriano Hernández Martínez Le invitaba Juvenal “Únete al movimiento La huelga ya va a empezar”. Cipriano Hernández Martínez se largó a emborrachar a visitar al patrón a acusar a Juvenal y le pegó a su mujer y a sus hijos traicionó Cipriano Hernández Martínez le tenía miedo a su patrón Cipriano Hernández Martínez había vendido su valor. Cipriano Hernández Martínez se volvió a levantar dizque se desayunó y se fue a trabajar. Cuando llegó al lugar los soldados se llevaban al valiente Juvenal. Cipriano Hernández Martínez le gritaba a Juvenal “Las huelgas no dejan nada ahora te van a matar” Juvenal era un hombre, era un hombre muy cabal. “Me van a morir. Jamás nos matarán. Me van a morir. Jamás nos matarán. Vamos, vamos, vamos vamos, vamos, a regresar”. Volver al índice |
Te recuerdo Amanda Víctor Jara Te recuerdo Amanda la calle mojada corriendo a la fábrica donde trabajaba Manuel. La sonrisa ancha la lluvia en el pelo no importaba nada ibas a encontrarte con él con él, con él, con él son cinco minutos la vida es eterna en cinco minutos suena la sirena de vuelta al trabajo y tú caminando lo iluminas todo los cinco minutos te hacen florecer. Te recuerdo Amanda la calle mojada corriendo a la fábrica donde trabajaba Manuel. La sonrisa ancha la lluvia en el pelo no importaba nada ibas a encontrarte con él con él, con él, con él que partió a la sierra que nunca hizo daño que partió a la sierra y en cinco minutos quedó destrozado suena la sirena de vuelta al trabajo muchos no volvieron tampoco Manuel. Te recuerdo Amanda la calle mojada corriendo a la fábrica donde trabajaba Manuel. Volver al índice |
Canción de mineros (En el Pozo María Luisa) Popular española En el Pozo María Luisa larará salieron cuatro barrenos, mira, mira Maruxina, mira mira como vengo yo. murieron los barrenistas, larará ayudantes y rampleros, mira, mira Maruxina, mira mira como vengo yo. Traigo la cabeza rota larará que me la rompió un costero mira, mira Maruxina, mira mira como vengo yo. Los zapatus tos rasus larará de recorrer el rellenu, mira, mira Maruxina, mira mira como vengo. Ya perdí hasta la boina larará por buscar mis compañerus, mira, mira Maruxina, mira mira como vengo. Santa Bárbara bendita larará patrona de los minerus mira, mira Maruxina, mira mira como vengo. El sol sale para todos larará yo aquí dentro no lo veo mira, mira Maruxina, mira mira como vengo. Con el pico y con el marro larará con el marro y el barreno mira, mira Maruxina, mira mira como vengo. haremos un agujero larará por ver las luces del cielo mira, mira Maruxina, mira mira como vengo... Traigo la camisa roja Traigo la camisa roja larará de sangre de un compañero mira Maruxina, mira mira como vengo yo. Volver al índice |
La cárcel de Cananea Popular mexicana Voy a dar un pormenor de lo que a mi me ha pasado. Que me han agarrado preso siendo un gallo tan jugado. Que me han agarrado preso siendo un gallo tan jugado. Me fui para el Agua Prieta a ver si me conocían. Y a las once de la noche me aprhendió la polecia. Y a las once de la noche me aprhendió la polecia Me aprendieron los gendarmes al estilo americano. Como era hombre de delito todos con pistola en mano. Como era hombre de delito todos con pistola en mano. Me fui para Cananea atravesando la sierra No me les pude pelar por no conocer la tierra. No me les pude pelar por no conocer la tierra. La cárcel de Cananea 'ta situada en una mesa. Donde yo fui procesado por causa de mi torpeza. Donde yo fui procesado por causa de mi torpeza. Despedida no les doy porque no la traigo aquí. Se la dejé al santo niño y al señor de Mapimí. Se la dejé al santo niño pa' que se acuerde de mí. Volver al índice |
Preguntitas sobre Dios Atahualpa Yupanqui Un día yo pregunté: ¿Abuelo, dónde esta Dios? Mi abuelo se puso triste, y nada me respondió. Mi abuelo murió en los campos, sin rezo ni confesión. Y lo enterraron los indios flauta de caña y tambor. Al tiempo yo pregunté: ¿Padre, qué sabes de Dios? Mi padre se puso serio y nada me respondió. Mi padre murió en la mina sin doctor ni protección. ¡Color de sangre minera tiene el oro del patrón! Mi hermano vive en los montes y no conoce una flor. Sudor, malaria y serpientes, es la vida del leñador. Y que naide le pregunte si sabe dénde esta Dios: Por su casa no ha pasado tan importante señor. Yo canto por los caminos, y cuando estoy en prisión, oigo las voces del pueblo que canta mejor que yo. Si hat una cosa en la tierra más importante que Dios es que naide escupa sangre pa’ que otro viva mejor. ¿Qué Dios vela por los pobres? Tal vez sí, y tal vez no. Lo seguro es que Él almuerza en la mesa del patrón. Volver al índice |
Hermano dame tu mano Jorge Sosa - Damián Sánchez Hermano dame tu mano, vamos juntos a buscar una casa pequeñita que se llama libertad. Esta es la hora primera, este es el justo lugar abre la puerta que afuera la tierra no aguanta más. Mira adelante hermano es tu tierra la que espera sin distancias, ni fronteras que pongas alta la mano. Sin distancias, ni fronteras, esta tierra es la que espera que el clamor americano le baje pronto la mano al señor de las cadenas. Métale a la marcha, métale al tambor, métale que traigo un pueblo en mi voz. Hermano dame tu sangre, dame tu frío y tu pan dame tu mano hecha puño que no necesito más. Esta es la hora primera, este es el justo lugar con tu mano y mi mano hermano empecemos ya. Mira adelante hermano en esta hora primera y apretar bien tu bandera cerrando fuerte la mano que apretada a tu bandera en esta hora primera con el puño americano le marque el rostro al tirano y el dolor se quede afuera. Volver al índice |
L'estaca Lluís Llach L'avi Siset em parlava de bon matí al portal mentre el sol esperàvem i els carros vèiem passar. Siset, que no veus l'estaca on estem tots lligats? Si no podem desfer-nos-en mai no podrem caminar! Si estirem tots, ella caurà i molt de temps no pot durar, segur que tomba, tomba, tomba ben corcada deu ser ja. Si jo l'estiro fort per aquí i tu l'estires fort per allà, segur que tomba, tomba, tomba, i ens podrem alliberar. Però, Siset, fa molt temps ja, les mans se'm van escorxant, i quan la força se me'n va ella és més ampla i més gran. Ben cert sé que està podrida però és que, Siset, pesa tant, que a cops la força m'oblida. Torna'm a dir el teu cant: L'avi Siset ja no diu res, mal vent que se l'emportà, ell qui sap cap a quin indret i jo a sota el portal. I mentre passen els nous vailets estiro el coll per cantar el darrer cant d'en Siset, el darrer que em va ensenyar. Volver al índice |
Bella ciao Popular italiana Una mattina, mi sono alzato Bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao Una mattina mi sono alzato e ho trovato l'invasor. O partigiano portami via Bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao O partigiano portami via ché mi sento di morir. E se io muoio da partigiano Bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao e se muoio da partigiano tu mi devi seppellir. E seppellire lassù in montagna Bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao e seppellire lassù in montagna sotto l'ombra di un bel fior. E le genti che passeranno Bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao e le genti che passeranno mi diranno che bel fior. È questo il fiore del partigiano Bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao è questo il fiore del partigiano morto per la libertà. Volver al índice |
Bandiera rossa Popular italiana Avanti o popolo, alla riscossa bandiera rossa, bandiera rossa; avanti o popolo, alla riscossa bandiera rossa trionferà. Bandiera rossa deve trionfar bandiera rossa deve trionfar bandiera rossa deve trionfar evviva il comunismo e la libertà! Avanti o popolo, alla stazione rivoluzione, rivoluzione; avanti o popolo, alla stazione rivoluzione trionferà. Bandiera rossa deve trionfar bandiera rossa deve trionfar bandiera rossa deve trionfar evviva il comunismo e la libertà! Non più nemici non più frontiere sono i confini rosse bandiere; o proletari, alla riscossa bandiera rossa trionferà. Bandiera rossa deve trionfar bandiera rossa deve trionfar bandiera rossa deve trionfar evviva il comunismo e la libertà! Volver al índice |
Cantares Antonio Machado - Joan Manuel Serrat Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre el mar. Nunca perseguí la gloria, ni dejar en la memoria de los hombres mi canción; yo amo los mundos sutiles, ingrávidos y gentiles, como pompas de jabón. Me gusta verlos pintarse de sol y grana, volar bajo el cielo azul, temblar súbitamente y quebrarse... Nunca perseguí la gloria. Caminante, son tus huellas el camino y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar. Al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar... Hace algún tiempo en ese lugar donde hoy los bosques se visten de espinos se oyó la voz de un poeta gritar: "Caminante no hay camino, se hace camino al andar..." Golpe a golpe, verso a verso... Murió el poeta lejos del hogar. Le cubre el polvo de un país vecino. Al alejarse, le vieron llorar. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar..." Golpe a golpe, verso a verso... Cuando el jilguero no puede cantar. Cuando el poeta es un peregrino, cuando de nada nos sirve rezar. "Caminante no hay camino, se hace camino al andar..." Golpe a golpe, verso a verso. Volver al índice |
Por los caminos del viento Arturo Chamorro – Arturo Cipriano Guarda morena todas las coplas que llevas de mi guitarra ¡asuntos de soledad! Por los caminos me lleva el viento transmino mi pensamiento con ansias de regresar. Dándole al verso y robando estrellas Las penas son pasajeras que canto para aliviar Entre las sombras voy tarareando aturdido por aguardiente mi cuerpo contento está. Guarda morena todas las coplas que llevas de mi guitarra ¡asuntos de soledad! Por los caminos me lleva el viento transmino mi pensamiento con ansias de regresar. Entre las sombras voy tarareando aturdido por aguardiente mi cuerpo contento está. Cargo esperanza de nuestros pueblos, el rumbo que lleva el viento se orienta a la libertad. El rumbo que lleva el viento me llevará a la libertad. Las penas son pasajeras que canto yo para aliviar. La noche se viste de entusiasmo, mi sombra danzando en derredor. La luna presume su fulgor los lirios fingiendo su oración. El rumbo que lleva el viento me llevará a la libertad. Las penas son pasajeras que canto yo para aliviar. Alegre bandada de emociones ahuyenta la pena al caminar. Te canto en mi soledad suspiros de tempestad. El rumbo que lleva el viento me llevará a la libertad. Las penas son pasajeras que canto yo para aliviar. Por cientos y en todas las paredes repite el recado sin parar: Es hora de despertar augurios de tempestad. El rumbo que lleva el viento me llevará a la libertad. Las penas son pasajeras que canto yo para aliviar. Volver al índice |
Vamos a andar Silvio Rodríguez Vamos a andar en verso y vida tintos levantando el recinto del pan y la verdad vamos a andar matando el egoísmo para que por lo mismo reviva la amistad. Vamos a andar hundiendo al poderoso alzando al perezoso sumando a los demás vamos andar con todas las banderas trenzadas de manera que no haya soledad. Que no haya soledad Que no haya soledad Que no haya soledad... vamos a andar para llegar a la vida. Vamos a andar en verso y vida tintos para llegar levantando el recinto. Vamos a andar del pan y la verdad para llegar matando el egoísmo. Vamos a andar para que por lo mismo para llegar reviva la amistad. Vamos a andar hundiendo al poderoso para llegar alzando al perezoso. Vamos a andar sumando a los demás para llegar con todas las banderas. Vamos a andar trenzadas de manera para llegar que no haya soledad. Volver al índice |
Para la libertad Miguel Hernández - Joan Manuel Serrat Para la libertad sangro, lucho y pervivo. Para la libertad, mis ojos y mis manos, como un árbol carnal, generoso y cautivo, doy a los cirujanos. Para la libertad siento más corazones que arenas en mi pecho. Dan espumas mis venas y entro en los hospitales y entro en los algodones como en las azucenas. Porque donde unas cuencas vacías amanezcan, ella pondrá dos piedras de futura mirada y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan en la carne talada. Retoñarán aladas de savia sin otoño, reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida. Porque soy como el árbol talado, que retoño y aún tengo la vida. Volver al índice |
Cadenas Eduardo Álvarez y Ángel Corpa No hay libertad sin cadenas, puede que la tenga Dios, puedes tú mismo tenerla, puede tenerla el tirano. ¡Da lo mismo! A fin de cuentas es la libertad rodeo que va dando la cadena. Cadenas de hierro, cadenas de plata, cadena apremia, me dejaban libre de estarme amarrada. Libertad ¡Qué gran palabra para el preso! Carcelero: tú nunca podrás gozarla. Cadenas de hierro, cadenas de plata, cadena apremia, me dejaban libre de estarme amarrada. La libertad de vivir, pero, ¿y la libertad, madre? La libertad de morir. No hay libertad sin cadenas, puede que la tenga Dios, puedes tú mismo tenerla, puede tenerla el tirano. Es lo mismo a fin de cuentas: es la libertad rodeo que va dando la cadena. Me soltaron algo más a la cadena y yo dije: ¡Me dieron la libertad! La cadena es siempre igual: eslabón que a mí me sueltan, a otro se lo apretarán. Volver al índice |
Hola, Rodrigo:
ResponderEliminarSí encontré algunos errores en las letras del On´ta. ¿Cómo te las mando corregidas? Ya te dejé mi correo en uno de tus blogs, creo que el de la radio.
Saludos
Gracias Marisa, ya están corregidas las letras
ResponderEliminarHOLA POR PRIMERA VEZ OI SU PROGRAMA, FELICIDADES
ResponderEliminarME PODRIAN ENVIAR CADA CUANDO ES EN RADIO EDUCA-
CION. FELICIDADES LO DISFRUTE ENORMEMENTE.
NUNIK SAURET